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Aquí está la carta de Valentina Lapaz contando todo lo que le pasó el 25 de diciembre: «Sentí un estallido»

Buenos días, les habla Valentina Lapaz la muchacha que quizás escucharon hablar sobre lo que pasó la noche ocurrida el 25 de diciembre.

Lo que oyeron fue información acertada, es cierto, ese día de fiesta después de festejar con mis padres, me despedí de ellos y partí con amigas a un baile, todo era linda energía, clima festivo, en el camino íbamos escuchando música, la fiesta nunca se detuvo.

Bajamos de la camioneta, frente al establecimiento del hecho, caminamos un par de pasos hacia la entrada del baile «X MAS», cuando empiezo a ver que el resto de jóvenes comienzan a correr y decir «corran, corran»; en ese mismo momento sentí un estallido, un zumbido nublo mi cabeza no entendí qué pasó. Me senté en el piso y si mal no recuerdo veo para enfrente y están mis amigas tiradas protegiéndose.

Me subieron a un móvil policial, el zumbido seguía en mi cabeza, ingresé al hospital y ahí reaccioné que aquello que corría mi cuerpo era sangre.

«Llamen a los padres», por momentos ahora mi mente se nubla y mi último recuerdo de esa noche de supuesta fiesta fue la imagen mia en una ambulancia, siendo vista por los padres de mis amigas y mis viejos, dándome palabras de aliento. Hasta allí llega mi recuerdo del 25.

Cuatro días después abro los ojos, volví. Estaba en CTI.

Hoy 3 de enero ya me encuentro con internación normal, tengo la mitad de la cara con parálisis facial, mis expresiones en el rostro no se notan. No se sabe aún si perdí o no un tímpano.

Pero a pesar de ello me siento en una de las etapas más felices, decirle a mi familia y amigas que las amo es una bendición, algo que no caigo en la realidad.

De a poco me están contando mis amigas y familia todo lo que pasó esos días que me mantuve inconsciente. Que hubo una marcha, que personas se preocuparon y se acercaron a preguntar, que comenzaron a concientizar acerca de la seguridad .

Acá es donde quiero hacer énfasis a todos los oyentes: GRACIAS.

Gracias por hacer de este relato una historia de ustedes, el famoso «a mi hija/o le pudo pasar». Donde afirmo que se ve lo humano después de tantos sentimientos desagradables.

Los cuentos que me llegaban de su apoyo me hicieron agarrar fuerzas, me sentí acompañada, entendida. Gracias de verdad porque un solo comentario de ustedes era un gran aporte para mi autoestima. Para soltar el miedo.

Como jóvenes queremos divertirnos sanamente, disfrutar de tan linda ciudad, saber que no hace falta comprar una entrada cara para asegurar la seguridad. Ese día dejó visto que no interesan las etiquetas ni el lugar, nos puede pasar en cualquier lado.

Merecemos seguridad constantemente en todo momento.

Su apoyo fue crucial para darle más fuerzas a mis padres, gracias por estar al pendiente, ofreciendo su espacio de escucha y actitud de pelea frente a la injusticia.

Valoro sus rezos, la energía linda sin dudas alguna fue lo que me sacó adelante, lo que me trajo a tierra, todas esas energías enfocadas en que por favor esa joven tuviera otra oportunidad.

Frente a mis amigas me quedo sin palabras y frente a Durazno también, de corazón muchas gracias por todo su apoyo, es cierto que la recuperación física me va a llevar mucho tiempo pero todo eso pasa a segundo plano cuando veo que volví a tener otra oportunidad y que este acontecimiento marcó un día de reflexión en Durazno.

Es gratificante saber que actuó la Justicia, gratificante estar viva pero no olvidemos exigir seguridad constante para poder divertirnos sanamente sin miedo.

Fuente: Subrayado