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Uruguay fue el primero en volver a clases con «un gran trabajo de sus docentes»

Foto: La República

Técnicos, especialistas y autoridades destacan el rol de los docentes, familias, sindicatos y la conectividad gratuita, lo que permitió la continuidad del proceso escolar.

Uruguay fue el primer país de la región en volver a las clases presenciales, lo que fue altamente valorado y destacado por los medios internacionales. Los especialistas concuerdan en que el trabajo conjunto de los técnicos con sindicatos y padres resultó determinante para este logro en plena pandemia.

Mientras los países vecinos continúan sin fecha de retorno, el 1 de junio unas 400 escuelas, 134 liceos y 70 escuelas técnicas de todo el país retomaron sus clases presenciales sumándose así a las 917 escuelas rurales que ya trabajaban la modalidad desde 22 de abril.

El alto porcentaje de asistencia fue destacado por el gobierno y los sindicatos. El ministro, Pablo Da Silveira, destacó el alto compromiso de los docentes y la excelente respuesta de las familias que permitieron posicionar a Uruguay por sobre otros países de la región.

«El uso que se está haciendo de la educación a distancia y en particular el aprovechamiento del Plan Ceibal, gracias al inmenso compromiso de los docentes y el sentido de responsabilidad de los alumnos y sus padres, está haciendo la diferencia a favor del Uruguay entero. Se ha logrado atenuar muy significativamente el impacto de la suspensión de clases en una medida mucho mayor de lo que se consiguió en otros países y eso es algo para festejar. Es una buena noticia», explicó el jerarca.

Por su parte, el especialista Claudio Rama, doctor en Ciencias de la Educación y exdirector del Instituto Internacional para la Educación Superior y el Caribe (Iesalc), de la Unesco, aplaudió la labor de los docentes uruguayos que «contra todos los vientos en contra», supieron sacar adelante la educación en un año muy complicado.

«Cerca de 80.000 educadores del Uruguay, de un día para otro, sin que nunca fueran preparados para ello, tuvieron que cambiar la forma de hacer sus tareas, sus horarios y sus funciones», explicó Rama a LA REPÚBLICA.

«No hubo una protesta ni manifestaciones negativas, sino al contrario, lo central fue apechugar y asumir los desafíos e ir a la batalla por la educación en estos tiempos de emergencia. Los docentes, una de las bases de la conformación de nuestra sociedad desde tiempos de Varela, asumieron este desafío con responsabilidad y seriedad aún sin aplausos a las 9 de la noche», agregó.

Trabajo sin pausa

El consejero electo de Primaria Pablo Caggiani señaló a República Radio que desde el momento de la suspensión de las clases presenciales se comenzó inmediatamente el trabajo a distancia, el que fue posible gracias a que Antel no cobra el acceso a las plataformas educativas.

Reconoció que Uruguay no solo es envidiado por el Plan Ceibal, por su plataforma, sino porque además tiene en Educación Primaria el 95% de los niños realizando tareas escolares cuando las escuelas están cerradas y el resto de los países han suspendido las clases hasta fin de año, o no tienen ningún tipo de contacto con sus estudiantes. El futuro dará la relevancia de los docentes y de las familias uruguayas, agregó.

Al mismo tiempo que se comenzó con el trabajo a distancia, se abrieron 780 escuelas urbanas que entregan diariamente 65.000 almuerzos a través del servicio de alimentación de emergencia.

Con la experiencia previa de las primeras escuelas rurales, con asistencia voluntaria -lo que complejiza la tarea docente- y con un protocolo sanitario muy estricto que cambia mucho la presencialidad, se ha llegado a otra etapa de este desafío.

Nuestro país está alineado a las recomendaciones de Unesco y Unicef para la reapertura de los centros de enseñanza fundamentalmente porque la pandemia «pega desigual en la infancia, genera desigualdad de aprendizaje, pero además vulnera derechos que deja a los gurises a la intemperie si no están vinculados con actividades escolares».

Es importante señalar esta realidad en relación al mundo, ya que cuando Uruguay abrió las escuelas rurales aún no había indicaciones ni de Unesco ni de Unicef sobre cómo hacerlo. «Estamos en una región donde Brasil es un caos con respecto al Covid-19 y el resto de América Latina está con las escuelas cerradas. Nuestro país, a partir de la situación sanitaria, de la fiscalización y negociación de los sindicatos de la Educación, ha podido llegar a clases presenciales en el marco de esta pandemia», expresó.

El papel de la FUM, sindicato que acompaña

La Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) ha sido «una escucha muy importante» de las autoridades sanitarias que sugieren las mejores condiciones de seguridad para los niños, indicó Elbia Pereyra en diálogo con República Radio. «Se trabajó con el Codicen de ANEP y el MSP en un protocolo que determinó las circunstancias que se deben tener en cuenta en las escuelas en términos sanitarios», agregó.

Caggiani destacó que lo inédito de nuestro país es contar con un «sindicato fuerte» con presencia nacional que ha podido contemplar tanto situaciones sanitarias como alimentarias en las escuelas, lo que ha llevado a que no haya habido ninguna dificultad sanitaria en una escuela.

«Lo destaco porque si no, parecería que el sindicato estuviera en contra de retomar la presencialidad y en realidad ha estado acompañando siempre, negociando condiciones para gurises, y condiciones de trabajo. Puso de ejemplo que en Rocha había una escuela que no se podía abrir, y su apertura se logró porque la Asociación de Maestros financia el combustible para que los docentes puedan llegar hasta la misma.

«Los dos mil pesos de que se habló no son para resolver lo que marca el protocolo, los materiales tienen que llegar, ese dinero es un apoyo a la escuela por si ocurre una dificultad en la logística. Cada escuela además de los materiales de limpieza debe tener un refuerzo de rubros que le permita tener certeza sanitaria».

Sobre la advertencia que se hizo a fines de mayo por parte del gremio, «no solo era cierta sino que era parte del compromiso para poder abrir los centros. Y hay que colocarla en esta cadena de apertura y de negociación que ha permitido que Uruguay sea el único país de AL con actividades presenciales».

La tarea docente merece «un gran reconocimiento» y para el consejero «la reapertura de las escuelas fue posible porque hay una FUM que es capaz de controlar una escuela rural en Treinta y Tres o una urbana cerca de Quaraí».

Desafío de los docentes

Caggiani señaló que los docentes se encuentran ante un desafío relevante al verse obligados a realizar una doble tarea, atender a los que concurren presencialmente y a los que continúan desde sus hogares.

Ese desdoblamiento de la función docente debe tener «sostenibilidad» ya que será la característica de este año lectivo. Remarcó que ese es precisamente uno de los temores que se tienen al mantener la asistencia voluntaria, que conlleve una mayor desigualdad, porque puede darse que concurran quienes están en mejores condiciones y no los alumnos que han tenido más dificultades durante la cuarentena.

El consejero agregó otra dificultad de todos los centros escolares y es la falta de transporte colectivo. Esa situación se vio con las escuelas rurales ya que las bajas frecuencias del transporte generaban que muchos ómnibus se llenaran de docentes, auxiliares y alumnos.

«En Maldonado, Canelones y San José el reclamo de todas las comunidades a las autoridades fue más frecuencia del transporte colectivo, porque abrir las escuelas implica una circulación mayor de usuarios». Se espera una rápida solución, no solo por la necesidad a la entrada y salida de los centros, sino porque también representa un riesgo por la aglomeración de usuarios.

El aplauso a los docentes que no debe faltar

El economista y doctor en Educación Claudio Rama señaló a LA REPÚBLICA en su columna semanal que «habrá que aplaudir la labor de los docentes contra todos los vientos en contra».

Cerca de 80.000 educadores, de un día para otro, sin que nunca fueran preparados para ello, tuvieron que cambiar la forma de hacer sus tareas, sus horarios y sus funciones. Debieron pasar de una educación presencial a una educación de emergencia que propugna continuar los programas, las asistencias pedagógicas y el apoyo a la enseñanza en ambientes de aprendizaje mediados por tecnologías, indicó el especialista.

Agregó que no se oyó una protesta ni manifestaciones negativas, sino al contrario, lo central fue apechugar y asumir los desafíos e ir a la batalla por la educación en estos tiempos de emergencia.

Los docentes, una de las bases de la conformación de nuestra sociedad desde tiempos de Varela, asumieron este desafío con responsabilidad y seriedad aún sin aplausos a las 9 de la noche.

Los propios sindicatos, tan dispuestos a reacciones de protesta y conflictos regularmente, también asumieron su disposición positiva a encarar y acompañar esta nueva dinámica educativa. Felicitaciones sin duda a todos y el aplauso.

Si algo se manifestó fue la libertad de respuesta de las instituciones y de los docentes, que asumieron comunicaciones con sus alumnos hasta por señales de humo digitales, escribe Rama.

Las instituciones hicieron titánicas acciones de aprestamiento, de aumentos de inversiones en equipamiento y capacitación, de conectividades y de reingenierías. Ello en un contexto de caída de los ingresos, de morosidad en los pagos e incluso de abandonos en las dinámicas de aprendizaje.

Fuente: La República