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Se cumplen hoy 189 años de la fundación de la villa San Fructuoso

Foto: El Avisador

Primera fundación urbana de la Patria Libre

El predio donde se ubicó la Villa San Fructuoso, era el denominado «Rincón de la Tía Ana», entre el arroyo Tranqueras y el río Tacuarembó Chico.

La selección del terreno estuvo a cargo del propio Bernabé Rivera, con el asesoramiento del agrimensor Francisco
Poinsignon, quien en definitiva efectuó la delineación de la futura Villa.

Bernabé, en correspondencia al gobierno nacional, anunció la elección del paraje más apropiado, ubicándolo en el paso «donde estuvo el campamento del difunto Blas Basualdo sobre la misma margen del Tacuarembó Chico».

Inicio del proceso fundacional 

EL Presidente Fructuoso Rivera, a mediados de octubre de 1831, ante la necesidad de atender el norte del país y en virtud de una clara voluntad política de su gobierno, dispuso la salida de Montevideo con destino a Tacuarembó Chico, del escuadrón de caballería N°1 de Línea, al mando transitorio del sargento mayor José María Navajas. Fue acompañado de las futuras familias pobladoras, carretas, pertrechos y caballada de reposición. Este sargento era uno de los ahijados del presidente.

El 24 de octubre de 1831 Rivera dio instrucciones para la fundación de una villa en la quinta sección del departamento de Paysandú, comarca donde surgía el caserío de «Puntas de Tacuarembó Chico», comisionando la
tarea a su sobrino, el coronel Bernabé Rivera, comandante de la Frontera Norte. En los primeros días del mes de enero de 1832, se concretó el arribo del regimiento de caballería N°1 de Línea y las futuras familias pobladoras a la zona prevista para fundar la villa.

Además del sargento mayor José María Navajas, en la planta mayor de la guarnición fundacional, se encontraban el portaestandarte Lorenzo Lombardini, el cirujano Julián Almeida y el ayudante guaraní misionero Torcuato Apiazú.

Se pasó revista del comisario al escuadrón, el que estaba compuesto por tres compañías, que comprendían aproximadamente unos 250 militares. El día 19 de enero llegó el coronel Bernabé Rivera y su escolta al paso de la Tranquera, hoy arroyo Tranqueras, instalando su campamento junto al regimiento establecido.

El día 21, desde el paso de la Tranquera, Bernabé comunicó al ministro de Guerra: «después de haber reconocido personalmente el terreno de la Tía Ana, con presencia y dictamen del agrimensor Francisco Poinsignon y varios vecinos, tiene la satisfacción de anunciar a V.E. (Vuestra Excelencia), que en el paso donde estuvo el campamento del difunto Blas Basualdo, sobre la misma margen del Tacuarembó Chico, se ha encontrado un paraje, el más apropiado y cómodo para establecer la nueva Colonia».

Un nuevo parte de Bernabé, fechado en el día 22, desde el paso de la Tranquera al ministro Vázquez, solicitó se designe oficialmente al agrimensor Poinsignon para el cargo, indicando la posición del postulado, quien estaba dispuesto a recibir «lo que la Superioridad tenga a bien gratificarle y aún gratis si las circunstancias del erario son apuradas».

Comenzó la demarcación de las manzanas y calles por parte del agrimensor con la colaboración de Rivera, jefes, tropa y futuros pobladores.

El trabajo de deslinde y amanzanamiento se efectuó en cinco días.

La fundación se concreta con la distribución primigenia

El día 27 de enero de 1832 se considera la fecha principal del proceso fundacional, al ser distribuidos por el coronel Bernabé Rivera, los primeros siete solares y la primera chacra, de acuerdo al plano del agrimensor Francisco Poinsignon. Los primeros adjudicatarios en esta fecha, o sea los primeros pobladores de Villa San Fructuoso fueron seis militares y un civil que será el primer Juez de Paz, don Antonio José de Mello. Los militares; Sargento Mayor José María Navajas, ahijado del presidente; coronel Ramón de Cáceres; Capitán Máximo Arias; teniente Mauricio Mendoza, (sobrino de Fructuoso Rivera); Teniente Coronel Cornelio Cantera y Alférez Lorenzo Fernández. Al otro día, el 28 de enero, el coronel envió correspondencia oficial al ministro de Guerra Santiago Vázquez, acompañando copia de este plano. A su vez expresó la importancia de que «el gobierno se digne mandar un sacerdote con un
oratorio provisional, lo que hará acelerar la reunión de pobladores, como también una organización judicial de
que carecen en un territorio de cuarenta leguas».

En el primer plano de San Fructuoso, principios del año 1832, del cual hoy no hay copia ni en oficinas públicas, la villa constaba de quince manzanas. Fue diagramado por el agrimensor Francisco Poinsignon, adjudicatario
de una chacra en «la tapera de Álvaro» en los primeros repartos del 15 de febrero del mismo año.

En el plano se siguió la tradición española, utilizando la forma de damero, con un espacio central para plaza, que fue denominada «Plaza Mayor»; las calles y las manzanas fueron ubicadas siguiendo el rumbo suroeste a nordeste, respecto al lugar que ocupara el campamento de Blas Basualdo, hoy Parque Rodó y alrededores.

Pero a principios de 1835, la denominada Comisión Directiva de Obras Públicas presidida por Ramón de Cáceres,
propuso al Gobierno nacional la ampliación de la planta urbana de quince a treinta y cinco manzanas, la que en definitiva fue aprobada.

Fuente: El Avisador