De todos esos casos, más de 1.400 fueron abuso sexual y casi 1.200 maltrato físico. «La violencia no es puesta de límites», subrayó Andrea Tuana.

El Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) publicó este lunes las cifras registradas durante el año 2021, con un aumento respecto al 2020.

El año pasado fueron detectadas y atendidas 7.035 situaciones de violencia contra niños, niñas y adolescentes en Uruguay.

De ellas, más de 1.400 fueron casos de abuso sexual. En estos casos, tres de cada cuatro víctimas fueron niñas o adolescentes. Y el 45% tenía entre 13 y 17 años.

En el 79% de los casos atendidos la persona agresora formaba parte del círculo familiar de la víctima, destaca el informe del SIPIAV.

En cuanto al maltrato físico, se registraron 1.196 casos, con un 20% en menores de 6 años, 35% entre niños de 6 a 12 años y 34% en adolescentes de 13 a 17 años.

En el 54% de estos casos el maltrato lo ejerció el padre de la víctima o pareja de la madre. En el 33% la agresora fue la madre.

Andrea Tuana, activista y directora de la ONG El Paso, explicó que la violencia infantil se trata de «una relación de abuso de poder, donde lo que hay es un vínculo de sometimiento, y ese niño, niña o adolescente no es tratado como sujeto de derecho, sino como un objeto de propiedad de sus padres o cuidadores u otra persona que cree y considera que tiene la potestad de poder infligirle cualquier tipo de dolor. No solo físico, sino emocional, humillaciones, castigos, pero que también tiene la potestad de acceder a su cuerpo y abusarlo sexualmente, por el solo hecho de tener esa relación de poder».

Lo importante, indicó Tuana, es entender que hay un límite en el respeto de la integridad física de la otra persona. «La violencia no es puesta de límites», subrayó.

Fuente: Subrayado