Por Guillermo Crampet. 

Veo una ciudad que está permanentemente pensando en el pasado, que se vale por lo que en su momento fue o existió. Y me preocupa. Además pienso y me pregunto: por qué no mirar para adelante cuando los desafíos son grandes para intentar salir de una actualidad que genera pocas expectativas.

Qué se debe hacer para mejorar el futuro de los isabelinos, ¿hay que apostar en los jóvenes? ¿Es necesario incentivar la mano de obra con inversiones que mejoren el empleo? Realmente, ¿qué se debe hacer? Tengo varias respuestas en mi cabeza pero no se si son las correctas, quizás sí lo sean aunque para muchos pueden que no.

La historia de Paso de los Toros es muy rica y se ha embanderado de grandes logros que me enorgullecen como isabelino. Pero miro el hoy, el mañana y todo lo que vendrá. Y se ve poco, parece estar borroso. No dudo que somos de una ciudad que se fundó para grandes proyectos, con gente valiosa que responderá para bien a todos los cambios que podrán venir.

Lo que sí considero necesario es dejar de mirar el camino hecho y empezar con pequeños pasos a construir uno mejor. Un camino que genere prosperidad e incentivos para toda la escalera social. Uno solo no hará nada, pero muchos, en comunidad, estoy seguro que si. El futuro es incierto pero genera entusiasmo, sin embargo el hoy es fundamental para comenzar a descubrir la nueva ruta.