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Muestra online exhibe dedicatorias que Benedetti recibió y atesoró en su exilio madrileño

Foto: Montevideo Portal

«Querido Mario… Dedicatorias en la biblioteca madrileña de Mario Benedetti» es una de las actividades en el centenario del escritor.

Una exposición online sobre las dedicatorias más significativas al poeta uruguayo Mario Benedetti y que este recopiló durante su exilio en Madrid, fue organizada por el Centro de Estudios Literatos Iberoamericanos que lleva su nombre (CeMaB) de la Universidad española de Alicante.

«Querido Mario… Dedicatorias en la biblioteca madrileña de Mario Benedetti» se ofrece al público en dicho formato como parte del programa de celebración del centenario del nacimiento del autor de «La Tregua», diseñado por la Universidad de Alicante (UA).

Mario Benedetti vivió parte de su exilio en la capital de España, y donó en 2006 a la UA, con la que mantenía una estrecha relación, su biblioteca personal madrileña, dividida en tres secciones: literatura, revista y un apartado denominado general (antropología, cine, sociología y económica, entre otros ámbitos del saber).

La muestra expone una selección de más de un centenar de dedicatorias de las más de mil manuscritas que se encuentran en la biblioteca que Benedetti recopiló en sus largos años de exilio en España, integrada por más de 6.000 volúmenes y que el CeMaB alberga desde 2006 en sus instalaciones, en el campus de San Vicente del Raspeig de la UA.

Varias de las dedicatorias provienen de los principales escritores de la segunda mitad del siglo XX, según la directora del CeMaB, Eva Valero.

«Algunas de esas líneas, que presentamos en este año 2020, han sido firmadas de puño y letra por figuras tan universales como Rafael Alberti, quien dibujó la portada del recopilatorio de poemas ‘Con Nicaragua’ y le escribió ‘Al grande y valiente escritor Mario Benedetti, con un gran abrazo'», en 1985, concretó.

También las hay de españoles como José Luis Sampedro, que, en «La vieja sirena», le dedicó : «Con un gran abrazo triunfalmente tercermundista de su amigo».

«Para mi querido Mario, un gran abrazo en Granada», le dirigió, a su vez, el guatemalteco Augusto Monterroso en abril de 1987 al regalarle «Cuentos», o también el nicaragüense Sergio Ramírez.

Así como todos los que, como Benedetti, forman parte de la corriente lírica iberoamericana de la década de 1950 conocida como «Poética Coloquial» y «Conversacional», conformada por un grupo de escritores que el uruguayo denominó «poetas comunicantes».

Entre ellos están el argentino Juan Gelman, el mexicano José Emilio Pacheco, el chileno Nicanor Parra, el salvadoreño Roque Dalton, el ecuatoriano Jorge Enrique Adoum, el nicaragüense Ernesto Cardenal, el uruguayo Carlos María Gutiérrez, el chileno Gonzalo Rojas y los cubanos Eliseo Diego y Roberto Fernández Retamar.

Según Valero, Gelman es una de las presencias más destacadas en la biblioteca con veinte libros y firmas tan estrechas como la de «Anunciaciones» (1980): «Para Luz y Mario, con el cariño cada vez más ancho, la amistad cada vez más honda y la admiración cada vez más profunda».

Otro de los más presentes es el cubano Fernández Retamar, que dedica «A Mario, viejo, querido hermano, este viejo librito» -la obra «Idea de la Estilística» (1979)- «y el abrazo de siempre».

En España, Luis Goytisolo, Manuel Vázquez Montalbán, Luis García Montero, Juan Cruz, Rosa Montero, Maruja Torres, Manuel Vicent, Francisca Aguirre, Ángel González, Manuel Alvar, José Manuel Caballero Bonald, Enrique Cerdán Tato, Juan Luis Cebrián, José María Guelbenzu, Benjamín Prado o Soledad Puértolas, entre otros, dejan también su huella en esta prolífica biblioteca.

En la biblioteca se encuentran, igualmente, dedicatorias de personajes públicos, como la de Jorge Valdano, quien le escribió en 2002 tras la solapa de «El miedo escénico y otras hierbas»: «Maestro, otro poco del infinito fútbol, con el afecto y admiración de siempre».

De igual manera hay un ejemplar firmado de «Una gloria vitalista», del actor español Paco Rabal, con la cariñosa y explícita dedicatoria: «Si Paco fuese mujer, estaría enamorado de ti», o de personajes tan dispares, como el humorista español Miguel Gila («A Mario Benedetti, con mi admiración de años y el pudor de un aprendiz de escribidor. Un abrazo. Gila. Barcelona 5-6-90») o el político Gregorio Peces-Barba, uno de los «padres» de la actual Constitución Española.

EFE

Fuente: Montevideo Portal