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Monitoreando el río Negro por las zonas más vulnerables de la ciudad

Aunque los avisos de fuertes tormentas y precipitaciones intensas de los últimos días no se han sentido con rigurosidad en Paso de los Toros, en localidades del norte del país ubicadas en la cuenca del río Negro sí han presentado importantes registros de lluvias que igual aportan al cuerpo de agua, incidiendo en sus niveles aguas arriba de la represa del Rincón del Bonete, y por consiguiente, frente a nuestra ciudad.

UTE, que es la operadora de la represa, cada día presenta las proyecciones de cómo va a estar el río en Paso de los Toros, de forma que las autoridades y personas tomen las medidas preventivas que sean necesarias; sin embargo, el reporte más reciente asoma que recién el día 26 de septiembre las aguas llegarán al punto 56,34 y de allí podría comenzar a descender.

Es por ello que las autoridades municipales, realizan monitoreos a diario para verificar la situación del cuerpo de agua en diferentes zonas de la ciudad, sobre todo las que están en la cota 60, que es donde hay más posibilidades de afectar personas y viviendas. Salimos a acompañarlos en ese recorrido, y si bien verificamos que todavía no hay familias u hogares en peligro, en algunas partes el río avanza de a poco.

Con la gentileza del Cecoel, visitamos la primera zona habitada, que es la que está en la vía hacia el Rincón del Bonete, frente al Batallón, del lado derecho de Ruta 5; allí el río se abre en algunas lenguas y casi roza el puente del arroyo El Sauce; si llegara a cubrirlo habría que tomar una ruta alterna, pero eso aún no ocurre.

Por los lados de la rambla, detrás del estadio Odriozola, ya no hay comunicación entre este lugar y La Picada, y en un par de fincas se ve el río como a unos cien metros. Del lado del Parque Batlle, la calle interna ya está cubierta y no se puede transitar; hay cintas de No Pase que deben respetarse. De allí al camping, también el río está a pocos metros de la vía, y el lado más próximo a la orilla está intransitable.

Seguimos por la vía del refugio hasta la Correntada, donde también el río ya ha cubierto mesas, bancos y parrilleras que hasta la semana pasada servían de asiento a los visitantes. En las afueras del camping, la calle que va a las nuevas canchas de tenis está cortada en varios tramos. Tomamos una más arriba, la Monestier, y allí salimos a la cancha de Huracán; por esa construcción se hizo un relleno y al parecer el río no la afectará, pero algunas casas alrededor están más bajas, aunque todavía el río está bien distante.

Y así fuimos visitando cada calle que desemboca en el río, verificando qué tanto había subido el nivel del efluente; como ya mencionamos, hasta los momentos ninguna vivienda ha sido invadida por el agua, y esperemos que no ocurra. Si bien el Comité Local de Emergencias ya se reunió para coordinar acciones en caso de imprevistos, la amenaza está latente aunque no hay peligro, todavía.

Finalizamos el recorrido en la zona del Abasto, concluyendo que hay zonas muy específicas que pudieran anegarse si se presentaran lluvias muy fuertes o si en la represa erogan más agua de lo planificado para prevenir un desborde. Por lo pronto, los ojos están puestos en los niveles del río y la prevención está a la orden del día. Si usted necesita que las autoridades  hagan una inspección de su barrio y aporte más información, comuníquese al Cecoel 4664 6509 o al 098 914 627.