Cerca del mediodía de ayer, el ulular de las sirenas de bomberos, policía y unidades de emergencias médicas móviles transformó la tranquila mañana duraznense, con la situación de emergencia ocurrida en la planta de Ancap, ubicada en el ingreso sur de la capital del Yí.
Un comunicado oficial informaba del hallazgo de un artefacto que se presumía era explosivo, por lo que se montó un operativo especial, siguiendo el protocolo existente, con el que se evacuó la planta, la policía estableció un cerco para que nadie se acercara, inspectores de tránsito canalizaron la circulación vehicular, bomberos trabajaron en la planta y se convocó a la Brigada de Explosivos, perteneciente al Servicio de Material y Armamento del Ejército Nacional, la que desde Montevideo se dirigió hacia nuestra ciudad; facilitaron su rápida circulación móviles y personal de Policía Caminera.
El nerviosismo que esta situación generó en los vecinos, no solo del área circundante a la planta, sino de toda la ciudad, fue creciendo con el correr de los minutos ya que, de producirse una explosión en ese lugar, los daños serían catastróficos.
Felizmente, todo se trató de una falsa alarma: lo que sucedió en realidad fue un simulacro sorpresa, coordinado desde el Sistema Nacional de Emergencias y Ancap. Los distintos actores que deben intervenir en un hecho de estas características no contaban con información previa sobre la realización de este, para evaluar el tiempo de respuesta de cada uno.
La evaluación “en caliente” fue muy positiva, y en el correr de los próximos días se hará un estudio más preciso para destacar las fortalezas y las debilidades del operativo.
Sobre las 16:00 horas, en la sala Lavalleja, se brindó una conferencia de prensa, en la que tomaron parte el Cnel. Sergio Rico (director del Sistema Nacional de Emergencias), Richard Charamelo Flebes (director de Ancap), Domingo Rielli (secretario general de la Intendencia), May. Gastón Techera (Brigada de Explosivos, Servicio de Material y Armamento, Ejército Nacional), Cristina Salmini (gerenta de planta Ancap Durazno) y Flavio Scot (coordinador de CECOED Durazno).
Allí se explicó el motivo del simulacro y se valoró la rápida respuesta, lo que fortalece a la sociedad duraznense por estar preparada para hacer frente a un caso de estas características.
“Es algo que nos pone a todos en alerta, y creo que es muy buena cosa que se realicen actividades de esta naturaleza. En Durazno estamos bastante acostumbrados a las emergencias y trabajar todos juntos, buscando soluciones a problemas que la naturaleza nos trae.
En este caso, me parece muy bien lo que se estuvo realizando. Un simulacro de estas características que de una manera u otra nos pone a prueba de cómo estamos, todo lo bueno y las carencias que podamos tener”, resaltó Rielli al hacer uso de la palabra.
Por su parte, el director del ente energético agradeció a cada uno de los actores participantes, quienes demostraron un alto grado de compromiso.
“Para Ancap, lo más importante es la seguridad y en este simulacro quedó demostrado que los protocolos que Ancap tiene se cumplieron y que las personas pueden estar tranquilas con la planta, porque todo se cumplió adecuadamente y si hubiese pasado algo que no queremos, la tranquilidad que en la planta todo funcionó como debía funcionar.
Nosotros queremos que tanto aquí en Durazno como en el resto de las plantas si llegara a haber algún elemento extraño, podamos tener protocolos que permita que la gente que se encuentre trabajando en ese momento y la gente de los alrededores tenga una evacuación rápida”, indicó Charamelo.
Para el director del SINAE, todo se cumplió según lo previsto, donde desde el CECOED se coordina con las instituciones que conforman el Comité Departamental de Emergencias (CDE) y cada una, en su rol, desarrolló su misión.
“Nosotros, desde el SINAE, siempre insistimos con nuestro eslogan, que es ‘prepararse hace la diferencia’. Tenemos que estar preparados para repartir colchones, chapas, pórtland, pero también tenemos que estar preparados haciendo previsión, tratar de que no tengamos evacuados, evitar tener que socorrer a personas que, debido a problemas climáticos, se encuentre en situación vulnerable. El SINAE tiene que cuidar a las personas, al ambiente y a las infraestructuras críticas. Esta es una infraestructura crítica, Ancap es una infraestructura crítica del país y esta planta se encuentra en el medio del país, así que bienvenido este tipo de ejercicios. Siempre está el aprendizaje por más errores que ocurran, sirve para verificar los protocolos internos y también para verificar el protocolo de emergencia departamental”, remarcó Rico.
Desde la Brigada de Explosivos se indicó que ya se habían mantenido reuniones previas de planificación ante la eventualidad de realizar estos ejercicios.
“Por tratarse de un simulacro, hubo algunas medidas que en una situación real se tomarían y en este caso no se tomaron. Lo importante era llegar, que la planta estuviera totalmente desocupada para realizar nuestro operativo de desactivación, donde se logra desactivar esa supuesta amenaza y luego la actividad volvió a la normalidad”, agregó Techera.
No fue un simulacro
En setiembre del año pasado se desarrolló un operativo de similares características, aunque en esa ocasión no fue un simulacro, sino un hecho real.
El caso involucró al residente de una casa en la ciudad de Durazno, donde convivió durante tres días con una munición viva de cañón, de 75 milímetros, cuyo peso oscilaba en unos 3 kilogramos, que le obsequió una persona allegada luego de que la encontrara en un predio rural.
Este hombre, que indicó ser trabajador de la salud, fue quien avisó de la existencia del artefacto a la Policía, y este fue retirado en un amplio operativo, que demandó varias horas por parte de la Brigada de Explosivos del Ejército Nacional, con apoyo de Bomberos, Jefatura de Policía y Policía Caminera.
Indudablemente, esta situación generó nerviosismo en los vecinos de la calle Wilson Ferreira Aldunate, dado que si explotaba podría haber afectado 50 metros a la redonda, dijo en aquella oportunidad un efectivo que trabajó en el lugar.
Al cabo de más de tres horas, el personal de la Brigada de Explosivos pudo retirar la bala y trasladarla, con estricto control, a la sede de la Brigada de Infantería 5, ubicada sobre ruta 14, con la finalidad de realizar una inspección más minuciosa y desactivarla.
Fuente: El Acontecer
