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El tren de UPM no comenzará a operar hasta “cerca de fin de año”, una estimación todavía “no cerrada”

Durante el proceso se debió instalar pasos de ganado que no estaban previstos en el proyecto original y que implicaron desmontar tramos de vías y durmientes, con costos que superan los 500.000 dólares por cada uno.

Las condiciones para el inicio de operaciones comerciales sobre los rieles del Ferrocarril Central entre Montevideo y Paso de los Toros estarían dadas recién para “cerca de fin de año”, una estimación que incluso no está “cerrada” todavía, dijo a la diaria el ingeniero Luis Ceiter, asesor del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Entre los diferentes ajustes y rediseños que se debieron hacer durante la obra en diferentes puntos del trazado se incluye la instalación de pasos de ganado –al menos dos, solamente en Florida, con un costo superior a 500.000 dólares cada uno– que no estaban previstos en el proyecto original y que implicaron desmontar tramos de vías y durmientes, y derrumbar el terraplén compactado, para reconstruirlo todo luego.

Desde que en 2022 el Poder Ejecutivo anunció que el final de la obra no sería en setiembre de ese año se manejaron públicamente posibles fechas que, sucesivamente, se han ido corrigiendo. La última previsión marcaba el 24 de mayo, pero “ya hemos visto que eso es imposible”, comentó Ceiter. De hecho, la fecha de finalización de la obra del tren se aplazó para julio, y a partir de esto UPM creó e implementó un nuevo sistema de transporte carretero que empezará a funcionar a partir de fines de marzo.

“Estamos revisando el cronograma. Las obras principales podrían estar a mediados de año, pero hay instalaciones de señalización, comunicaciones y centro de control de tráfico que probablemente lleven unos meses más”, dijo Ceiter, y destacó que “el proyecto ha tenido una serie de dificultades técnicas importantes, porque además nos encontramos que no había un proyecto de ingeniería acabado, entonces en los puntos más conflictivos hemos tenido un proceso muy largo de análisis para resolver las soluciones técnicas. Los cruces urbanos han sido particularmente dificultosos”, resaltó.

Ceiter explicó que recién ahora “se está entrando en obra en Montevideo, cuando estaba previsto finalizar el 24 de mayo”. Remarcó que una obra ferroviaria de este tipo implica “un proceso de puesta a punto, de pruebas, que en la jerga se le llama commissioning [comisionamiento], que lleva muchos meses”. Puso como ejemplo que en Europa “una vía de estas características puede llevar un commissioning de un año”. “Nosotros les hemos pedido a los futuros operadores acelerar al máximo esos plazos y, de hecho, el entrenamiento de los maquinistas que van a operar las locomotoras que van mover la celulosa de UPM ya culminó; tuvieron entrenamiento aquí en Uruguay y después se desplazó el personal a Europa, donde hicieron pruebas de conducción”.

Ahora se está a la espera de la llegada de las primeras locomotoras a Uruguay y de la habilitación de los primeros tramos de la obra para empezar a hacer las primeras pruebas, indicó Ceiter, y posteriormente todo el sistema se va a ir poniendo a prueba “en la medida en que se vayan culminando las diferentes secciones de obra y a medida que se vaya terminando la instalación de todo el sistema de señalización”.

Sobre este último punto, Ceiter destacó que se trata de “un sistema muy moderno, con detección automática del tren igual al que se usa en trenes de alta velocidad en Europa, y que va a ser el único instalado en América del Sur”, lo cual también es complejo “y lleva procesos de calibración y de prueba que demandan tiempo, y a su vez en coordinación con el material rodante que va a circular”.

Pasos de ganado de “bastante más de 500.000 dólares”
Los cruces urbanos no son los únicos elementos que obligaron a hacer rediseños para dar solución a problemas que surgieron en el avance de la obra. En el medio rural, y en especial en la cuenca lechera, no es extraño notar las estelas de bostas y orines impresas en rutas y caminos, por los pasos de ganado de un predio hacia otro. Las tropas transitan también sobre las vías, fundamentalmente en los pasos de nivel, por lo cual el trazado del Ferrocarril Central debió contemplar este aspecto. A los pasos de ganado previstos en el proyecto original se han ido sumando otros a raíz de solicitudes de productores, pero algunos han sido negados por imposibilidades técnicas.

“Estamos revisando el cronograma. Las obras principales podrían estar a mediados de año, pero hay instalaciones de señalización, comunicaciones y centro de control de tráfico que probablemente lleven unos meses más”. Ingeniero Luis Ceiter.

Este mes fueron construidos al menos dos en la zona sur del departamento de Florida, entre Independencia y 25 de Agosto, lo que implicó primero desmontar vías y durmientes y romper el terraplén compactado, para después instalar estructuras premoldeadas de hormigón –prismas rectangulares con una altura de más de dos metros– que, atravesando el terraplén de lado a lado, permiten el paso por su interior. El trabajo demandó más de una semana, con una cuadrilla de una decena de operarios y obligando al traslado de una grúa y maquinaria hacia el lugar. El corte de la vía impidió, además, el paso del material ferroviario rodante que traslada materiales desde la planta de soldadura –ubicada en la capital de Florida– hacia Montevideo.

“Ha habido que hacer soluciones no deseadas”, comentó Ceiter al respecto. “Hubo que desmontar la vía que estaba hecha, incluso con los rieles soldados, lo cual genera una serie de dificultades técnicas. Pero se ha hecho porque en realidad han existido planteos formales de los productores en su momento, que por cuestiones de la complejidad del proyecto se quedaron para atrás, no fueron considerados, pero les asistía razón en cuanto a que al planteo lo habían hecho en su debido tiempo”, explicó.

Los pasos de ganado previstos en el proyecto tienen un costo de aproximadamente 500.000 dólares cada uno, pero eso “es cuando construyen en condiciones normales, cuando el terraplén se está formando. Estas soluciones de cortar la vía, desmontar y armar todo de vuelta tienen un costo bastante mayor”, dijo Ceiter. Por lo tanto, las soluciones a posteriori “costaron mucho más dinero del que cuesta un paso de ganado si se hace en la etapa de formación de un terraplén”, indicó. Si bien la contratista asume los costos adicionales respecto de la construcción en condiciones normales, los cerca de 500.000 dólares de base corren por cuenta del Estado.

Pero además del costo económico, “cortar la vía [para hacer el paso] significa no sólo el retraso de los días que demora la ejecución de la obra, sino también la reprogramación de una serie de trabajos que no se pueden ejecutar y que después hay que recuperarlos de otra forma. La complejidad es más grande que lo que uno ve en la obra misma del paso de ganado”, sostuvo el ingeniero.

la diaria pudo confirmar que al menos uno de los pasos de ganado instalados este mes respondió a un planteo formal que un productor lechero presentó a fines de 2022. El asesor del MTOP aseguró que ante algunos planteos la respuesta fue negativa. “No es que en cualquier lugar se pueda hacer. Son soluciones complejas desde el punto de vista de la geometría. A veces los campos que habría que conectar tienen una altimetría que no da muchas posibilidades para dejar esa estructura enterrada para que pase el ganado. Si estuviera siempre enterrado estaría siempre inundado. Se hacen cuando se pueden hacer, si no implica hacer rampas muy largas y estructuras muy complejas, que incluso se vuelven poco aptas para el ganado”, indicó.

Fuente: La Diaria