×
EnglishSpanish
☰ Secciones

Conocemos Loren Godoy, Mujer Árbitro de Fútbol

Compartimos este reportaje de la colega Anabela Prieto Zarza, publicado en Página Cero de Durazno:

Cuando la convoqué, rápidamente dijo que sí, que era la primera vez que la tenían en cuenta. ¿Por qué nunca le habían hecho una nota si tiene méritos para ello? Cuando nos reunimos le pregunté si a otros árbitros de su categoría los entrevistaban y me dijo que sí.

Confirmó mi decisión de aceptar este desafío y poder visibilizar a muchas mujeres maravillosas que se arriesgan, motivan y abren camino para otras. Loren: infinitas gracias por concederme el honor, por primera vez estás en un medio de prensa. ¿Quién es Loren?

Nombre: Loren Stefanía Godoy López

Edad: 27 años

Hijo: Mariano Kaleb de 5 años

Loren es de Durazno, fue a la Escuela Nº 1 y a la UTU, donde cursó Recreación y Deportes y se recibió de Árbitro de Fútbol Sala. Fue una niña solitaria, le gustaba la tranquilidad, jugar a las casas y a las madres. Tuvo dificultades para hacer amigas, quizá no tuvo mucha necesidad porque eran 6 hermanos, ella, su mellizo y 4 más. El entretenimiento estaba en la casa. Se dio cuenta que le gustaba el fútbol cuando tenía 11 años, empezó a jugar e integró la Selección de Durazno.

Trabajó de niñera y siguió jugando hasta los 17. Una lesión en la rodilla la alejó del fútbol. Bueno, no tanto, porque se convirtió en espectadora, del juego y de los árbitros. Recuerda a Nancy Ripoll y a Sonia Chappe. “Las vi muy poquito igual”, acota.

Una conocida le comentó que en la Liga de Fútbol Ciudad de Durazno daban cursos para árbitros. Su propia formación en UTU y su pasión por los deportes, la motivaron para inscribirse. El instructor era Luis Gasañol y le empezó a gustar.

Queda embarazada de Mariano y se aleja de todo. Cuando el niño tiene 2 años, sus cursos habían perdido vigencia, pero vuelve decidida. Repite cursos y pruebas y se recibe. Empieza su historia. “El fútbol te envuelve y es muy difícil dejarlo”, dice.

Para vivir del arbitraje hay que dar pruebas de OFI. Sino no alcanza, no se vive. Ella lo hizo. Se convierte en Arbitro de OFI, del Interior y sigue creciendo como profesional, cada vez la convocan para partidos más importantes. Cuando la vean en la pantalla grande se van a recordar que la vieron acá.

Ha sido asistente en equipos arbitrales en partidos de Campeonatos de Fútbol Masculino de Selecciones y de Clubes y árbitro en partidos de Campeonatos de Fútbol Femenino, también de Selecciones y de Clubes. El año pasado asistió dos finales, “la de Sub 16 fue la primera televisada por OFI Tv”, cuenta orgullosa.

Contó siempre con el apoyo familiar. Su madre le aconsejaba sobre la pertinencia de iniciar una profesión tan difícil, sobre todo para ella, que como se define es de “carácter fuerte”. Pero le dio para adelante y viene bien. Vive con su papá que la apoya en todo, fundamentalmente colaborando con el cuidado de Mariano, porque las jornadas son largas. De 10 a 18 horas en Durazno y más si son partidos de OFI, ya que viaja a todo el país.

No tiene la necesidad de entrenar, salvo cuando siente que tiene que “quemar energías”. Supongo que lo hace cuando trata de bajar un cambio, pero eso es mera suposición mía. Para continuar en el arbitraje en OFI tiene que mantenerse actualizada y dar un examen teórico y dos pruebas físicas todos los años. Sin falsa modestia me dice, “ando muy bien porque me esmero por estudiar”. Me gustó su honestidad, tiene la autoestima alta. También me gustó lo agradecida que es. Para esas pruebas todos los árbitros de Durazno se preparan con los instructores Guillermo Arismendi y Jesús Zeitunian, a quien ella considera los mejores del país.

Es árbitro de Baby. Cuando lo hace se posiciona diferente, “con los niños hay que ser más docentes” dice. Con los adolescentes no tiene problemas, “ya me conocen, saben hasta donde pueden tirar la piola”.

Contundente afirma “en el arbitraje hay que poner todo sobre la mesa, no ir sólo con las 17 reglas debajo del brazo. Hay que tener en cuenta que los chicos estudian, trabajan, algunos pasan necesidades. No podés perjudicar a nadie, ni a un jugador ni a ningún equipo. Atrás hay un trabajo enorme de cada uno que hay que respetar. Lo viví como jugadora”

Dice que al principio se sienten las hinchadas y se escucha mucha cosa, pero cuando se dio cuenta que también le gritan a los jugadores cuando dan un mal pase o erran un gol, el problema desapareció, no es a ella que le gritan, no siente y si siente, no le afecta. Piensa que a veces, la gente saca afuera otras frustraciones.

Con un metro sesenta como mide, tuvo dificultades para que la aceptaran, supongo que a algunos hombres les daría por la mitad, pero a medida que la fueron conociendo, la fueron aceptando y respetando y hoy todo está bien. Ella también ha cambiado, ha madurado. Integra ADAF la Asociación Duraznense de Árbitros de Fútbol que nuclea a los árbitros de Durazno.

Muchas veces pensó en tirar la toalla. Su madre le pidió que evaluara la inversión realizada, en tiempo, estudio, esfuerzo y la económica (hay que invertir mucho dinero en equipos deportivos, calzado, tarjetas, silbatos, viajes). Además, es su medio de vida, su sustento familiar. Y se le pasa.

Marcó su vida la llegada de su hijo, nunca olvidará la primera vez que lo vio, dice emocionada. Tiene un sueño por cumplir, quiere tener una hija mujer. A nivel profesional agradece conocer todo el país y lo bueno que deja el fútbol, que son las personas.

Ama los tatuajes, tiene muchos, frases, símbolos, pero destaca 4 leones que representan a su padre, a su madre, a su hijo y a ella misma. Es coqueta, y va una prueba de sus esmeradas uñas.

Le divierte jugar al fútbol. Vive su vida, no deja de hacer lo que le gusta, salir, bailar, ir a un pool, pero tiene algo claro: al otro día, dentro de la cancha, la tienen que tratar de usted y ahí se termina la cosa.

Desea que las mujeres sean más empáticas con el trabajo de las demás, y que se animen a hacer lo que les gusta, sin importar la opinión de otros, que vivan la vida como quieran.

Fuente: Página Cero