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Cobro y fastidio por el pago de las bolsas

Una chocolatada, un kilo de arroz, dos tomates, dos zapallitos, un desodorante y un paquete de galletas. Una joven había pagado todos estos productos en el cajero de autoservicio de Tata de 18 de Julio y Ejido y preguntó a una funcionaria del local: “¿Dónde están las bolsas?”. “Hay que pagarlas. Cuestan cuatro pesos”, le contestó. La medida molestó a esta muchacha y a otras decenas de clientes que compraron ayer en supermercados, estaciones de servicio, almacenes y bares.

Algunos prefirieron llevarse los pocos productos en sus manos y otros aprovecharon para adquirir bolsas reutilizables. Daniel Menéndez, presidente de la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU), dijo a El País que muchos compraron “la chismosa” y que “seguramente aumente” en los próximos días la compra de bolsas de TNT (Textil No Tejido).

Menéndez dijo que la desestimulación de uso ya fue probada en Uruguay. El año pasado, algunos supermercados de Salto, Las Piedras y Progreso habían adoptado la medida de cobrarlas. “El consumo de bolsas cayó entre en 60% y 65% en estos lugares”, comentó.

En el mismo sentido se refirió Daniel Fernández, presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu). “Automáticamente se desacelera el consumo, no hay que esperar mucho tiempo, sino que es al momento de implementar la medida”, sostuvo Fernández.

Si bien la desestimulación de las bolsas de plástico está en desuso, muchísimos productos son entregados en bandejas plásticas y envasados con bolsas de nylon. Sobre este punto, Menéndez dijo que es “un tema cultural”. “Le tenés que explicar a la gente que tiene que llevarse lengua a la vinagreta en su tupper. Porque si no, no tengo más remedio que darle una bandeja de plástico, o que se lo coma ahí”, señaló.

De acuerdo a Fernández, de Cambadu, las bolsas nunca tuvieron precio, y los comercios siempre las regalaron, “pero también las podrían haber cobrado en cualquier momento”. Por esa razón, dice, “a ningún cliente le debería caer mal la noticia”.

El costo final de la bolsa, que hasta ahora lo abonaba el supermercado como beneficio para los clientes, sirve para pagar al proveedor que la confecciona, indicó Fernández.

La decisión de adelantar el cobro de las bolsas se debe a que el stock que hay actualmente es limitado, debido a que no se pueden exportar ni fabricar más bolsas como las actuales desde el 1º de marzo.

“Según los cálculos, si no empezábamos con la medida el 20 de abril, nos hubiéramos quedado sin bolsas”, vaticinó.

¿Eliminación?

Tras la actual medida, según Nario, se podrá ir hacia una eliminación gradual de las bolsas; pero no es la idea que más convence al jerarca. “En el mundo están las dos experiencias: la de la prohibición y la del cobro. El problema de la prohibición es que es muy difícil de controlar. En cambio, en el caso del cobro, al menos en Uruguay, se trata de una bolsa especial, biodegradable y compostable que debe contar con un sello del LATU, lo que permite un mayor control”, dijo.

“Habrá que evaluar durante un tiempo la medida y ver qué tanto se reduce el consumo de bolsas plásticas y si se estanca en un valor habrá que tomar otras medidas”, agregó.

Según indicó el jerarca, el costo de la bolsa actual se ubica entre $ 0,6 y $ 0,9, mientras que las biodegradables y compostables cuestan entre $ 2,5 y $ 3, más IVA, lo que representa en total $ 4. “Pusimos como mínimo el costo del minorista para no generarle un problema de competencia”, dijo Nario.

Fuente: El País.