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Ahora sí avanza la Ruta de los Dinosaurios en Tacuarembó

El museo para conocer las huellas de dinosaurios de un metro de diámetro sobrevivió a la burocracia y abrirá este año.

En cada conferencia que imparte, Pablo Toriño, Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, muestra una nota del diario El País publicada en septiembre de 2019 porque sostiene que el título lo dice todo: “Huellas de dinosaurios de Tacuarembó sobreviven a la burocracia” . La buena noticia es que lo que pudo haber sido peor que un mega asteroide ya no molesta: el proyecto Ruta de los Dinosaurios abrirá al público este año.

“Va a ser un gran atractivo para el departamento. Tacuarembó lo tendrá que explotar como otro punto turístico además de Carlos Gardel y la Patria Gaucha”, dijo Toriño.

En el camino hacia la localidad de Cuchilla del Ombú se podrá visitar el conjunto de 19 huellas de un metro de largo que han sido identificadas como saurópodos –grupo de dinosaurios gigantes que se destacan por ser los vertebrados terrestres más grandes de la historia evolutiva– y ornitópodos –herbívoros de cuello corto– que han sido descubiertas hace 13 años.

Y lo más llamativo: al principio se podrá visitarlo mientras los paleontólogos trabajan en el lugar para destapar nuevamente las huellas. “Será un museo vivo”, prometió Toriño.

Desde hace años las huellas están cubiertas de sedimento para asegurar su preservación. La decisión fue determinante para que no se vieran sometidas al “estrés ambiental” que contribuyó a su erosión y a la pérdida de tres de ellas. Y esto se debió, entre otros motivos, a que la autorización para realizar un estacionamiento sobre la ruta 26 y a unos 500 metros del yacimiento tardó tres años. La pandemia hizo su parte.

“Es brutal todo el tiempo que ha pasado. Mi reflexión es que cuesta mucho en este país hacer algo que no tiene ningún precedente. El apoyo de la Intendencia de Tacuarembó fue fundamental porque asumió el compromiso dos gestiones atrás”, señaló.

Y si no fuera típicamente uruguayo el camino burocrático que se tuvo que resistir y recorrer, hay que recordar cómo empezó todo. Así lo relató el director de cultura de Tacuarembó, Carlos Arezo: “Estaban aburridos de buscar (fósiles) por Vichadero y Minas de Corrales (Rivera) y se vinieron a pasar unos días acá. Pararon por la ruta 26 para comer una milanesa y un integrante del equipo empezó a caminar y las encontró de casualidad”.

Lo que falta.

La estructura techada –unos 300 metros cuadrados– del sitio está lista. En febrero comenzarán los trabajos para dejar pronta las pasarelas elevadas para que el público pueda ver las huellas desde un metro de alto sin necesidad de pisar la arenisca. Luego le seguirá la colocación de cartelería y la preparación del terreno para exhibir las huellas.

El director de cultura de Tacuarembó, Carlos Arezo, adelantó a El País que luego de la celebración de la Patria Gaucha se convocará a una conferencia de prensa para anunciar la fecha de la inauguración del museo. “Este es un tesoro fosilífero del departamento, con evidencia de 150 millones de años. Y se sigue trabajando cerca de la ciudad y en otros puntos. Tacuarembó está viviendo un momento que tiene mucho futuro”, relató.

Un detalle final será la construcción de un dinosaurio a tamaño natural. Ya está lista una maqueta que realizó el joven paleoartista Germán Peralta .

El proyecto contó con el aporte de unos $ 4 millones de la comuna y de $ 2 millones del Ministerio de Educación y Cultura a través de los Fondos Concursables que se ganaron en 2015.

El yacimiento.

Si bien Uruguay tiene un territorio menor que los países vecinos, los expertos de la Facultad de Ciencias han encontrado piezas de gran importancia en varios departamentos. En Tacuarembó, las rocas sedimentarias han aportado los restos de los dinosaurios más antiguos del país: entre ellos, los dientes de dos carnívoros identificados como Torvosaurus y Ceratosaurus , otro aserrado que pertenece a la familia de los abelisáuridos y se prepara la publicación de un cuarto carnívoro.

Todos habitaron a finales del período jurásico, cuando el paisaje estaba cubierto por dunas y algo de vegetación y los ríos eran el hogar de tiburones, celacantos , peces ganoides, tortugas y cocodrilos; mientras que por los cielos volaban los pterodáctilos.

 

Fuente: El Pais Digital