La industria frigorífica volvió a ajustar el precio de la carne que vuelca al abasto, en un mercado con valores de ganado firme y una faena de bovinos que se volvió a achicar y quedó por debajo de las 40.000 reses semanales (36.634 bovinos).
La carne sin hueso subió $ 5 por kilo al carnicero, los asados $ 10 y cortes sin hueso como la colita de cuadril $ 15 por kilo y los carniceros sostienen que “ya se está resintiendo el consumo”, a pesar de que ciertos precios están atenuados por la carne importada.
A su vez, la carne bovina importada de Brasil para el mercado interno debería bajar a partir de mediados de mes, si Uruguay logra beneficiarse de la mayor oferta a menores precios.
Hoy más del 90% de los cortes desosados y envasados al vacío que se ofrecen en las grandes superficies y en las carnicerías, son importados de Rio Grande do Sur y, en algunos casos, de Brasil central. Esa importación, ayuda a evitar un faltante de carne vacuna en el mercado interno y atenúa las subas de precios del producto en los meses donde la oferta de ganado preparado baja.
Las ofertas, a partir del jueves 10 del corriente, muestran una caída de entre US$ 200 y US$ 250 por tonelada (para cortes de mayor valor). A su vez, en los denominados cortes de la rueda (aguja, lomillo, marucha, pecho, brazuelo y matambre), los precios que pasan hoy los frigoríficos brasileños están abajo en US$ 150 por tonelada frente a los que pasaban hace semanas atrás. En Brasil el precio del dólar se mantiene estable a 4,15 reales y eso ayuda a bajar los precios. Mientras tanto, en Uruguay también hay estabilidad en la moneda estadounidense.
Fuente: El País.