En un principio, la mujer fue internada en el Hospital Vilardebó. Es señalada como la responsable de más de 20 delitos en el departamento.
La mujer responsable de haber cometido una veintena de delitos, principalmente incendios intencionales y amenazas, en las localidades tacuaremboenses de Cardozo Chico y Peralta cumple prisión preventiva desde el pasado viernes.
Las pericias psiquiátricas realizadas a la femenina de 45 años determinaron que se la podía imputar. En un principio, había sido conducida por orden de la Justicia al Hospital Vilardebó tras ser detenida el pasado 15 de abril.
Dicha orden judicial se debió a que no se le pudieron realizar los exámenes correspondientes porque su detención se dio en Semana de Turismo. Ahora, cumplirá 120 días de cárcel provisoria en la Unidad 26 del departamento.
La mujer se desempeñaba como auxiliar de servicio en la escuela n° 91 de Cardozo Chico. A la hora de la detención, se le incautaron alicates y bidones con combustible, elementos que la fiscalía correspondiente entendió que podrían haber sido utilizados para los ilícitos.
Según el edil Edgardo Gutiérrez, el caso comenzó hace dos años. En diálogo con CW33 Florida, dijo que empezaron a llegar “animales muertos y cartas” a la escuela en donde ella trabajaba. En febrero de este año, se produjo el incendio.
El pasado 19 de marzo, se montó un operativo policial con patrullaje y efectivos apostados en la zona de la escuela n° 67 de Cuchilla de Peralta producto de nuevos amedrentamientos. En esa ocasión, se encontró un mensaje que rezaba: “Vamos por más”. Unos días antes, dos casas de familia habían sido incendiadas.
En ese momento, el comunicador local Marcos Ademar Pereira publicó algunas de las hojas encontradas que coincidían con la caligrafía de la detenida. Una de ellas decía, con claras faltas de ortografía: “La próxima, de la casa no quedan ni las cenizas”.
Otro mensaje narraba: “Ahora vamos por todo, total los chupa pija de los milicos no hacen nada y nunca lo sabrán. Cuando sepan, ya estaremos muy lejos. Pero antes, vamos a explotar la escuela de Peralta cuando estén todos los gurises, maestras y cocineras”.
Este último documento también narraba la intención de cometer un abuso sexual. “Antes de irnos de este pago, hay que cumplir con lo prometido: cogernos a la hija de Santiago y Keni y dejarlos bien muertos, donde nunca los encuentren”, decía la hoja.
Dicha carta continuaba en otra carilla, que había sido clavada en un cartel, y hablaba de que a un tal Orlando lo iban a “torturar mucho” y después “rociarlo con nafta”. “Cómo deseamos ver volar la escuela, así mueren esa manga de rotitos malcriados. Mucha iglesia y se cogen mujeres y maridos ajenos. […] Tic, tac, tic, tac, ¡bum!”, agregaba.
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Fuente: Montevideo Portal
