Primaria resolvió que los encargados de portar y custodiar el pabellón nacional, la bandera de Artigas y de los Treinta y Tres Orientales serán los alumnos mejor calificados hasta cuarto grado.
A los abanderados escolares ya no se los elegirá entre quienes hayan obtenido las mejores calificaciones, la buena asistencia y conducta desde primer a quinto grado. En este año de pandemia, Primaria resolvió que los encargados de portar y custodiar el pabellón nacional, la bandera de Artigas y de los Treinta y Tres Orientales serán los alumnos mejor calificados hasta cuarto grado.
En el acto de fin de curso, como de costumbre, los escolares que acaban la escuela les pasarán las banderas a los que terminan quinto año. La ceremonia seguirá el paso a paso convencional, con las músicas e himnos de siempre, con la diferencia de que, al momento del cambio de abanderados, los nuevos portadores habrán llegado sin que el 2020 pesara en su historial de méritos.
Aunque parezca una simple resolución, como tantas excepciones que implicó el COVID-19, no estuvo exenta de polémica. ¿Tiene sentido la selección de abanderados por notas? Hace dos años y medio, la entonces inspectora Técnica de Primaria, Milka Shannon, había propuesto que la elección se hiciera en la primera quincena de marzo con todos los escolares que llegaron a sexto, sin importar sus notas ni su asistencia. Los alumnos votan y en base a los resultados se genera el ordenamiento. Luego, en cada acto del año, van rotando hasta que todos sean abanderados alguna vez.
La Asamblea Técnico-Docente del momento había concordado con la necesidad de un cambio de normativa. Es una modificación que hoy siguen defendiendo la nueva inspectora técnica, Selva Pérez Stábile, la consejera en representación de los trabajadores, Gabriela Verde, y que recoge adeptos también en la cúpula del Codicen.
Pero, así como primó la tradición de que algunos subsistemas siguieran con calificaciones pese a la excepcionalidad de la pandemia, la resolución de los abanderados se mantuvo.
Fuente: El País
